El verano ya está aquí y, como mamá o papá, seguramente te estés preguntando qué necesita tu bebé para estar cómodo, seguro y fresquito durante los meses más calurosos. Y es que el calor puede traer consigo ciertas molestias que dificulten el sueño, hagan los días más incómodos o incluso provoquen irritaciones en la piel como la sudamina. Tranquila/o, con amor y paciencia, todo se aprende. Y por ello, en Micuna hemos preparado una checklist con consejos prácticos para ayudarte a cuidar de tu peque en esta época tan especial:

1. Textiles y ropa fresca de algodón

Los tejidos naturales, como el algodón o el lino, son imprescindibles en verano. Son transpirables, suaves con la piel del bebé y ayudan a prevenir irritaciones causadas por el sudor. Además, elige siempre prendas de colores claros y sin etiquetas que puedan resultar molestas. Y recuerda: esto no solo aplica a la ropa que lleve puesta, sino también a todo lo que esté en contacto con su piel, como la ropa de cuna, el cochecito o cualquier otro textil que utilices. El algodón, en especial, es la mejor opción para mantener a tu bebé cómodo y fresquito durante los días de más calor.

2. Protección solar adecuada

Si vas a salir de paseo, no olvides un gorrito ligero con visera, gafas de sol homologadas (dependiendo de la edad del bebé) y una sombrilla o capota para el carrito. Y además, es muy importante aplicar siempre protección solar específica para bebés en las zonas expuestas.

3. Hidratación constante

Mantener hidratado al bebé es clave para evitar golpes de calor. Si el bebé toma pecho, lo pedirá con más frecuencia. Si ya toma agua, ofrécesela a menudo. La hidratación es fundamental para el bienestar del bebé, especialmente en verano, cuando el calor puede hacer que pierda líquidos más fácilmente a través del sudor o incluso por una respiración más agitada. En los primeros seis meses de vida, si el bebé se alimenta exclusivamente con leche materna o fórmula, no necesita agua adicional: estos líquidos ya contienen toda el agua que su cuerpo requiere. Sin embargo, a partir de los seis meses, cuando comienza la alimentación complementaria, se puede empezar a ofrecer pequeñas cantidades de agua, sobre todo en días calurosos o si el bebé está muy activo. Es importante observar siempre sus señales: si está más irritable, tiene la boca seca o moja menos pañales, podría necesitar un extra de líquidos. Adaptar la hidratación a su edad y etapa de desarrollo es clave para evitar tanto la deshidratación como el exceso innecesario de agua, que también puede ser perjudicial.

4. Cuna segura y ventilada

El lugar de descanso del bebé debe ser fresco y seguro. En verano, mantener la cuna del bebé fresquita es clave para que duerma cómodo y seguro. Los bebés no regulan bien su temperatura corporal, así que el exceso de calor puede incomodarlos, alterar su sueño e incluso ser un riesgo. Para evitarlo, puedes ventilar bien la habitación a primera hora del día, usar sábanas de algodón ligero y vestir al bebé con ropa fresca y transpirable, tal como ya comentábamos anteriormente. Además, también ayuda colocar la cuna lejos de las ventanas por donde entra el sol directo y, si hace mucho calor, usar un ventilador cerca (pero nunca apuntando directamente al bebé). Así dormirá más tranquilo, y tú también. 

Las cunas de Micuna están fabricadas con maderas sostenibles y pinturas al agua, favoreciendo una correcta ventilación y garantizando un entorno respetuoso y seguro para el descanso del bebé. 

5. Muselinas y mantitas ligeras
Las muselinas de algodón son un básico que sirven para proteger del sol, especialmente en los momentos de paseo. Las puedes usar como arrullo ligero o para cubrir el carrito si hace demasiado calor o viento.

Este verano, prepara todo lo que tu bebé necesita para disfrutar de la temporada con seguridad, frescura y mucho cariño.