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Cómo tratar el cólico del lactante: Guía Práctica
El cólico del lactante es una afección común y angustiosa que puede tener un impacto significativo tanto en los bebés como en sus padres. El manejo y la comprensión del cólico pueden ayudar a los padres a sentirse más seguros y a proporcionar a su hijo los mejores cuidados posibles. Muchos padres se sienten ansiosos y, a menudo, desbordados, cuando se enfrentan a los síntomas del cólico. Para ayudar, es esencial comprender las causas, los síntomas y las técnicas de tratamiento del cólico en los recién nacidos.

¿Qué causa el cólico del recién nacido?
Aún no se comprende bien el cólico del recién nacido. No hay una causa específica que los padres puedan identificar. Por lo general, se cree que el cólico es el resultado de una incomodidad digestiva o de una mayor sensibilidad a los estímulos sensoriales. También pueden influir otros factores, como un sistema digestivo inmaduro, problemas gastrointestinales y la exposición del bebé a estímulos angustiosos, como ruidos fuertes o luces intensas.
Entender el cólico del lactante es solo una parte del viaje para los padres primerizos. Si estás en los primeros meses de crianza, te invitamos a explorar nuestra Guía esencial para padres primerizos, donde encontrarás consejos útiles para afrontar los retos iniciales de la paternidad.
Signos y síntomas del cólico del recién nacido
Los síntomas del cólico en bebés son más probables que se produzcan en las primeras semanas tras el nacimiento y pueden continuar durante algún tiempo. Algunos signos que indican que un bebé puede tener cólicos son:
- Llorar durante mucho tiempo.
- Llorar sin motivo aparente y con gran intensidad.
- Manifestar enfado o rabia con mucha frecuencia.
- Expresión de enfado o rabia.
- La irritabilidad en la piel.
- Movimientos fuertes y continuos de piernas, como si se retorciera.
- Presentar trastornos del sueño.
Al identificar los síntomas del cólico, es igualmente importante prestar atención al cuidado integral del recién nacido, incluyendo su higiene. Un entorno limpio y adecuado puede marcar una gran diferencia en su confort y salud. Aprende cómo lograrlo con nuestro artículo sobre higiene del recién nacido.
Consejos para calmar a un bebé cólico
Aunque no parece sencillo, puedes intentar que el bebé se tranquilice y se calme con algunos de estos métodos:
- Mecer al bebé o pasearlo para tranquilizarlo y reconfortarlo.
- Ofrecer un sonido calmante, como tararear, cantar una nana, hacer funcionar una máquina de ruido blanco o tocar música calmante.
- Masajear suavemente al bebé para relajarlo y reconfortarlo.
- Reducir la estimulación y mantener al bebé en una habitación tranquila y poco iluminada.
- Darle un baño templado.
- Sujetar al bebé en una posición cálida y erguida.
El autocuidado de los padres también es importante.
Es normal que los padres se sientan estresados y frustrados cuando un bebé llora por los cólicos. Sin embargo, es importante recordar que hacer pausas, pedir ayuda a la familia o los amigos o incluso buscar la ayuda de un profesional puede ayudar a controlar estos sentimientos. Es por ello por lo que es esencial que los padres se tomen tiempo para cuidar de sí mismos, para que tengan la energía y la paciencia necesarias para cuidar de su bebé. No debemos olvidar que como nos sentimos, se lo transmitimos al bebé, con lo cual puede aumentar esa incomodidad que le hace pasarlo mal a él, y a vosotros.
Además de implementar estas estrategias para calmar al bebé, es fundamental cuidar su higiene diaria, ya que un ambiente limpio y un adecuado cuidado personal contribuyen a su bienestar general. Descubre más sobre este tema en nuestra guía de higiene infantil y cuidados esenciales.
