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¿Debes usar una almohada en la cuna de tu bebé?
Cuando se trata de proteger a nuestros pequeños, todas las decisiones deben estar bien informadas. Una noche completa de sueño no sólo es necesaria para garantizar la salud de nuestros hijos, sino que también aporta numerosos beneficios. Así, cuando se trata de hablar del sueño de los recién nacidos, las almohadas se convierten muy rápidamente en tema de discusión. Además, hay pocas opciones de productos y puede resultar difícil descubrir cuál es la mejor para tu bebé. Mientras que algunos padres defienden el uso de almohadas, otros sostienen que las almohadas son un problema de seguridad. Por ello, puede resultar abrumador decidir si es buena idea darle una almohada a tu bebé en su cuna.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas?
Cada familia tiene un conjunto único de prioridades educativas, y es importante tener en cuenta el panorama completo antes de decidir darle una almohada a tu bebé. Hay varias razones de peso para utilizar una almohada con los bebés, sobre todo para aquellos que tienen ciertas necesidades médicas o ambientales. Una almohada puede ser útil para proporcionar comodidad y sostener la cabeza del bebé cuando está boca arriba. También es útil para evitar que un bebé mayor se golpee la cabeza con los laterales de la cuna y facilita la transición del bebé de la cama grande a la cuna si ha dormido hasta entonces en la cama de los padres.
Por el lado negativo, las almohadas pueden ser un problema de seguridad en ciertas circunstancias. Para los bebés que todavía no se dan vueltas y cambian de postura, una almohada puede suponer un riesgo de asfixia, por lo que es importante que consultes a tu pediatra acerca de tu situación individual. Además, la Academia Americana de Pediatría recomienda no utilizar almohadas en la cuna del bebé porque podrían ser potencialmente peligrosas, provocando problemas relacionados con el sueño o la muerte súbita del lactante (SMSL).
¿Es seguro utilizar una almohada en la cuna?
Es importante que los padres vigilen cuidadosamente el entorno del sueño y tengan en cuenta las necesidades de seguridad individuales de su bebé. Los expertos recomiendan a los padres que eviten utilizar almohadas en las cunas de los bebés menores de 12 meses. Pasados los 12 meses, algunos padres pueden decidir utilizar con precaución una almohada si el bebé no presenta ninguno de los siguientes síntomas: dificultades para respirar, babeo excesivo o síntomas de resfriado. Si los padres deciden utilizar una almohada, deben elegir una almohada de tamaño adecuado y que no suponga ningún peligro de asfixia. Además, es importante evitar el uso de cojines con características que puedan suponer un riesgo, como los de volantes o rellenos vacíos.
El veredicto
Al igual que con cualquier producto para bebés, es importante sopesar cuidadosamente los pros y los contras antes de decidir usar una almohada en la cuna del bebé. Deben tenerse en cuenta varios factores, como la edad del bebé, su estado de salud y su nivel de comodidad. Los padres también deben consultar a su pediatra para asegurarse de que la decisión es segura para el bebé, así como para garantizar que el producto no supone ningún peligro.
