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¿Cómo prevenir la sudamina en los bebés durante el verano?
El verano es una estación de calor y sol, pero también puede traer consigo diversos problemas cutáneos, sobre todo en los bebés.
Un problema común al que suelen enfrentarse los bebés durante el tiempo caluroso y húmedo es la sudamina. Esto es una incómoda erupción cutánea causada por la obstrucción de los conductos sudoríparos, lo que provoca sudor atrapado bajo la piel que vemos a través de unos puntitos rojos que vemos en las zonas más propensas al calor.
Si acabas de ser madre o cuidadora y quieres asegurarte de que tu pequeño se mantiene cómodo durante el verano, aquí tienes algunos consejos para prevenir y tratar la sudamina en bebés.
Viste a tu bebé adecuadamente
Cuando se trata de prevenir la sudamina, elegir la ropa adecuada para tu bebé es crucial. Opta por tejidos ligeros y transpirables, como el algodón, que permiten la circulación del aire y ayudan a eliminar el exceso de sudor. Evita los materiales sintéticos o la ropa ajustada, ya que pueden agravar el sarpullido por calor. Los conjuntos holgados y cómodos mantendrán fresca la piel de tu bebé y reducirán el riesgo de sarpullido.
Mantén un ambiente fresco
Mantener fresco el entorno de tu bebé es esencial para prevenir el sarpullido. Asegúrate de que la temperatura ambiente sea agradable y evita la exposición excesiva al calor. Utiliza ventiladores o aparatos de aire acondicionado. Controlar el nivel de humedad de la habitación también puede ayudar a reducir la producción de sudor.
Baña a tu bebé con agua tibia
Bañar a tu bebé con agua tibia es beneficioso para prevenir y aliviar la fiebre miliar. Evita utilizar agua caliente, pues puede irritar aún más la piel. Añadir unas gotas de loción de calamina o avena en polvo al agua del baño puede proporcionar un alivio adicional y ayudar a mitigar cualquier picor asociado a la sudamina. Al acabar sécale bien.
Mantén hidratado a tu bebé
Asegúrate que tu bebé se mantiene hidratado es vital para prevenir la sudamina. Ofrécele leche materna o de fórmula con frecuencia, sobre todo cuando haga calor. La hidratación ayuda a mantener una temperatura corporal saludable y contribuye al buen funcionamiento de las glándulas sudoríparas. Además, ayuda a eliminar toxinas y mantiene la piel hidratada desde dentro hacia fuera.
Evita la exposición excesiva al sol
Proteger a tu bebé de la exposición excesiva al sol es crucial para la salud general de la piel. Los bebés menores de seis meses deben mantenerse alejados de la luz solar directa, ya que su delicada piel es muy sensible a los rayos UV. Si tu bebé es mayor, aplícale un protector solar seguro para bebés con un FPS alto, vístele con ropa protectora ligera y dale sombra siempre que sea posible.

Utiliza productos para el cuidado de la piel suaves y delicados
Elegir los productos adecuados para el cuidado de la piel de tu bebé es esencial para prevenir las erupciones cutáneas. Opta por productos suaves, hipoalergénicos y sin perfume, formulados específicamente para bebés. Evita usar jabones fuertes o cremas hidratantes que puedan empeorar el sarpullido. Consulta siempre con un pediatra antes de probar cualquier producto nuevo en la piel de tu bebé.
Mantén la piel seca
Después de bañar a tu bebé, sécale la piel suavemente con una toalla suave. Asegúrate de que las zonas propensas a la sudoración, como el cuello, las axilas y la zona del pañal, permanezcan secas durante todo el día. Cambiar regularmente los pañales mojados también puede ayudar a prevenir este problema.
Proporciona una ventilación adecuada
Asegúrate de que la cuna y la zona de dormir de tu bebé estén en una habitación bien ventilada. Evita abrigar demasiado a tu bebé mientras duerme y utiliza textiles para la cuna o minicuna de algodón que favorezca la circulación del aire.
Evalúa la dieta de tu bebé
Si tu bebé toma alimentos sólidos, ofrécele una dieta equilibrada que incluya mucha fruta y verdura. Estos alimentos nutritivos contienen antioxidantes y vitaminas que ayudan a mantener una piel sana. Además, evita dar a tu bebé alimentos picantes o con alto contenido en azúcar, que pueden desencadenar una sudoración excesiva y empeorar la sudamina.
Consulta a un pediatra
Si, aun así, después de todas las precauciones tu bebé sigue teniendo problemas, lo mejor es que acudas a un pediatra.
